Ayer cuando iba hacia mi trabajo escuche en la radio las formas de evitar el estrés que hoy, en mayor o menor grado, todos padecemos. Aparte de la alimentación y las consabidas prácticas de técnicas de relajación, natación, yoga, etc., el psiquiatra al que entrevistaban mencionaba la importancia de tener buenos amigos e igualmente insistía en la dificultad de encontrarlos. El ritmo actual nos impone disponer de poco tiempo libre y estar todo el día corriendo de un lado para otro, con la fatiga acumulada que ello supone. Además, por experiencias y fracasos previos, desarrollamos mecanismos de autodefensa que nos impiden profundizar en las relaciones interpersonales. La conclusión es fácil: si apuesto por una amistad puede que ésta fracase, mejor quedarme en un nivel intermedio que siempre me supondrá menos problemas, teoría especialmente aplicable al contexto laboral, aunque extensible a otros contextos. El papel equilibrador y de crecimiento personal que suponen los buenos amigos es incuestionable, son relaciones fructíferas y positivas. Reflexión: merece la pena arriesgarse.
miércoles, 9 de abril de 2008
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6 comentarios:
Pues creo que es verdad, los amigos te aportan un equilibrio, risas (que es muy importante), sociabilidad y sobre todo puntos de vista a veces diferentes pero casi siempre muy gratificantes.
De acuerdo por completo con la glorificación de la amistad, pero también es cierto lo de los mecanismos de defensa que creamos... ya son muchos palos en la vida como para ir a tumba abierta... aunque claro, poco a poco hay que ir quitándose la coraza, porque si no no se llega a nada en la vida. Bonita reflexión. Un saludo.
Pues creo que es verdad, y que desdeluego hay que arriesgarse. Hay mucha gente que no se arriesga, y desdeluego no gana ni pierde nada. Yo creo que vivimos una época muy cobarde en relaciones inter-personales, no se profundiza, con lo cual la gente acaba relacionándose superficialmente, y viviendo lo que cree comodidad, que no es más que una espantosa soledad:-)
La verdad es que estoy de acuerdo con vosotros tres. Los amigos son gratificantes, solo si son buenos, naturalmente. También es cierto que los palos que todos hemos recibido nos hacen retraernos un poco y que, por supuesto, hay que arriesgarse porque sino nos instalamos en una medianía fría que no conduce a nada.
No deja de ser complicado porque la amistad a veces puede llevar disfraces abusivos. Pero sí, estoy totalmente de acuerdo en que es buena amistad es muy necesaria para tener algo de salud mental.
Si, funksturm, es cierto que la amistad a veces se disfraza, el artículo de "El País" que menciona Ripley en tu blog sobre amores tóxicos puede hacerse extensivo a la amistad; al final creo que todo es "educación sentimental". Saludos y gracias por tu visita.
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